La vivienda adosada se resuelve con un patio delantero y un patio trasero que se comunican en planta baja mediante un gran porche que sirve a su vez de aparcamiento en superficie. De este modo, se aprovecha al máximo la superficie de la parcela para generar espacios exteriores aterrazados donde poder hacer vida en la estación estival.
La zona de día se localiza en la planta baja mientras que en la planta alta se disponen los dormitorios, ambas plantas se relacionan mediante una doble altura en el salón y las escaleras.
El sótano tiene un acceso directo desde el patio delantero mediante un patio inglés que permite la iluminación de las diferentes salas.
El salón-comedor y la cocina se orientan al sureste donde está el patio trasero y la piscina, otorgando una relación de mayor intimidad y protección del soleamiento de la tarde.